Aunque considero que probar un coche es esencial a la hora de adquirir un vehículo, sea éste nuevo, de kilómetro cero, o con más motivo si es de ocasión: ¡Cuántas veces habré escuchado por parte de un cliente la siguiente frase!:
" -!Báh, para qué probarlo si todos los coches andan bien y seguro que mejor que el mío que tiene X años¡".
ERROR. Seguramente, si vuestro coche tiene cierta edad y lo tenéis muy cascado, cualquier modelo que probéis os resultará canela fina. Pero no os equivoquéis, podéis llevaros una decepción o realizar la compra equivocada si os saltáis este importante paso que es probar el coche.
A continuación, os voy a dar unos consejos para realizar una prueba dinámica efectiva, que os sirva para disfrutar de la misma y sacarle todo el provecho al rato que os van a dejar al volante del modelo que hemos elegido. ¿Estamos? Pues vamos a ello.
Evidentemente uno no es adivino y las pruebas dinámicas se suelen solicitar con días de antelación sin saber qué tiempo va a hacer al día siguiente. Pero si casualmente, el día que habéis concertado con el comercial sale con lluvia, os recomiendo avisarle y decirle que lo dejáis para otro momento. Pensad que con mal tiempo no vais a disfrutar, ni vais a sacarle partido al coche, y probablemente, os podáis encontrar con embotellamientos que convertirían la prueba dinámica en cualquier cosa, menos dinámica. Lo dicho, que luzca el sol y que os apetezca dar una vuelta por ahí.
2- Llevar en mente un itinerario o circuito.
Normalmente, cuando vais al concesionario a probar un vehículo, ya debería haber diseñado un circuito por donde llevar al cliente a dar una vuelta. Pero muchas veces no es así y el comercial, simplemente, os deja dar un paseo rápido, a ser posible por autopista (ahí todos los coches van más o menos bien), para no perder mucho tiempo y que el cliente simplemente, se quede con la sensación equivocada, de que ya ha catado el vehículo. Si luego sale "malo", tiene la justificación de que os lo dejó probar y es problema vuestro. EVITAD que ésto ocurra. Tratad de buscar una zona de vuestra geografía donde podáis encontrar cuestas pronunciadas donde probar el par motor del vehículo y ver si recupera bien, si tiene "tiro". Buscad una zona en la que podáis llanear y ver qué tal rueda en "Autopista" para ver si el coche emite ruido a altas velocidades -legales claro-. Tened en cuenta que los ruidos aerodinámicos son muy molestos. Y sobre todo, buscad una carretera revirada para ver cómo se comportan las suspensiones del coche, no vaya a ser, que os compréis un coche precioso y potente, y luego no sepáis/podáis controlarlo. Os recomiendo que diseñéis un circuito con estas características -a ser posible- y que vuestro garaje, sea el punto intermedio para comprobar, PERFECTAMENTE, que maniobráis en él con soltura. No vaya a ser que después de entregado el coche, no consigáis meterlo en la parcela y tenga que dormir en la calle.
3- Documentación en regla.
Para estar todos tranquilos cercioráos de que lleváis el carnet de conducir encima. No será la primera vez que la autoridad competente dé el alto a un vehículo de pruebas para verificar que está asegurado por parte del concesionario y que tiene los papeles en regla. Si además, vosotros que vais conduciendo vais indocumentados, os puede caer una sanción y lo peor de todo, echar a perder ese momento en el que estáis disfrutando de vuestro futuro coche. Además, por protocolo lo normal es que el propio comercial os pida el permiso de conducir para sacar una fotocopia y saber con quien se monta -y a quién reclamar en caso de que lleguen futuras sanciones si cometéis alguna infracción. Si no la lleváis encima, lo más probable es que os dejen hacer la prueba si hay confianza, pero también se podrían negar a efectuarla perfectamente, ya que podríais tener retirado el carnet o directamente, ni tenerlo.
4- Todos a bordo.
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Exagerando un poco. ;) |
Siempre he pensado que cuando los clientes venían a comprar un coche, el mismo iba a ser usado por toda la familia. No entendía cómo era posible que el día de la prueba viniera sólo el conductor habitual; bien porque a su pareja no le apetecía venirse con nosotros, o porque alegaba que: -Total, si el coche lo va a elegir él (o ella). ERROR. Si el vehículo sólo lo conduce una persona, se pierde parte de la información. ¿Acaso sabe el conductor qué sienten los que van atrás si no hay nadie para decirlo? ¿Y si resulta que el conductor decide comprar el coche y luego los ocupantes detectan que va blando de suspensiones y se marean? -por poner un ejemplo. No cometáis ese error. Id a la prueba las personas que vayan a usar el coche habitualmente para ver si resulta del gusto de todos. Las compras en consenso son las mejores. Además, que como bien sabéis, un coche no rinde lo mismo vacío que con personas. Mejor comprobar la potencia del motor con el máximo de ocupantes para ver que no se quede corto.
5- Ponerse cómodo.
Ya estáis dentro del vehículo y comienzan los nervios. Sobre todo porque el coche no es vuestro y os veis perdidos entre tanto mando nuevo. ¡Cuántas veces lo habré vivido! Bueno, pues hay que relajarse y pensar que no hay ninguna prisa. Lo primero, sería regular el asiento y volante a vuestra medida para que estéis cómodos. Primordial ajustar los pedales, sobre todo el embrague, para llegar bien. Tened en cuenta que una vez en marcha es complicado realizar estos movimientos porque generalmente desconocéis los resortes que hay que accionar, así que tomaos vuestro tiempo antes de arrancar. Luego colocad los espejos correctamente y preguntarle al comercial cómo se accionan los elementos básicos para maniobrar en carretera: Intermitentes, claxon, luces, limpiaparabrisas. Si tenéis curiosidad por saber cómo funciona el resto del equipamiento preguntadlo antes de salir a la carretera porque luego, en ruta, es más difícil concentrarse. Por lo general tendréis de copiloto al vendedor y os podrá echar una mano en lo que necesitéis, pero si el mando en cuestión queda a la izquierda resultará complicado y una distracción más.
6- Evitar las trampas.
Cuando realizaba una prueba con un cliente, antes de salir siempre realizaba el mismo protocolo. Una vez llegados a este punto en el que se encontraba sentado y con el motor arrancado listo para salir; apagaba la radio, subía las ventanillas y quitaba el aire acondicionado. ¿Para qué? Para que pudiera escuchar perfectamente el motor. También reseteaba el ordenador de a bordo para que viera los consumos que iba a hacer en su trayecto. Si luego el cliente decidía poner el aire porque hacía mucho calor, bajar las ventanillas o poner la radio, quedaba a su elección. Pero os recomiendo que procedáis como os indico para que si hay algún ruidito raro en el motor, sepáis detectarlo y no quede oculto con sonidos ajenos. Sobre todo si estáis mirando un vehículo usado. Aunque haría lo mismo tanto para uno nuevo o kilómetro cero. (...) Con el tema del ordenador de a bordo para mirar los consumos, tenéis que tener en cuenta una cosa; que si le dais caña -más que en vuestra conducción rutinaria, para ver cómo anda, el consumo se os disparará. Valorad el tipo de conducción que habéis hecho y sacad conclusiones de consumo con respecto a ella.
7- Disfrutar.
Eso sí, respetando las normas de circulación, que si os pasáis del límite y os caza algún radar -o la propia policía en ese momento- el concesionario no va a pagar vuestra multa, por muy suyo que sea el coche en el que vais montados. Avisados estáis.
Bueno, y eso es todo por hoy. Un saludo y confío que la próxima vez que vayáis a probar un coche hagáis uso de éstos buenos consejos.
1- Elegir un día que haga bueno.
2- Llevar en mente un itinerario o circuito.
3- Documentación en regla.
4- Todos a bordo.
5- Ponerse cómodo.
6- Evitar las trampas.
7- Disfrutar.
Atentamente, "tukilometrocero."
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